La vuelta de Sophia Loren al natural
por Netflix
Por Vanina Suarez.
Basada en una novela de Émile Ajar publicada en
la década del 70 y que tuvo su estreno en el cine titulado Madame Rosa en 1977. La vida ante sí es una remake italiana,
dirigida por Edoardo Ponti, hijo de Sophia Loren, quien además es la
protagonista junto a Ibrahima Gueye.
Rosa es una sobreviviente del holocausto, que se prostituyó durante algún
tiempo, ahora se dedica a cuidar hijos de otras prostitutas y estas la ayudan
económicamente para que lo haga. Esas mujeres vuelven tiempo después y saben
que sus niños han sido cuidados correctamente y tuvieron la educación
necesaria.
Con todas sus marcas, después de haber vivido semejante genocidio seguido por
una vida difícil, Rosa es respetada y querida; muchos de los jóvenes que ella
ha cuidado lograron ser personas de bien. Un día, por sugerencia de su doctor
de cabecera, llega a su casa Momo, un senegalés musulmán que se repuso a una
tragedia familiar y que tiene algunos problemas de conducta. Primero Rosa se
niega hasta que llega a un arreglo económico y lo acepta. Momo es rebelde pero
también tiene palabra, solo anhela ser querido y aunque no lo reconoce desea
tener oportunidades. Entre ellos se generará un vínculo entrañable que es el
hilo conductor en este drama.
La película, disponible por Netflix, como ya mencionamos es protagonizada por Sophia
Loren, siendo unos de los emblemas cinematográficos del mundo y que se juega,
en esta ocasión, a mostrarse al natural, con arrugas, poco maquillaje y un
lento deambular; cosa que a sus 86 años no es poco y que solo alguien con la
seguridad de una estrella talentosa puede darse.
La vida ante sí es un drama, una
mujer y un niño fuertemente golpeados se arropan, se acompañan, intentan en el otro
una vida un poco mejor pero es de esos films que con la historia no alcanza.
Sin lugar a dudas si la Loren no fuese Madame Rosa con toda su impronta y su
experiencia y si Ibrahima Gueye, una grata y empática revelación, no fuese Momo
estaríamos hablando de una película más, con mucho drama y poco color. Así mismo,
también hace lo suyo la actriz trans
española Abril Zamora, quien con pequeñas intervenciones se convierte en el
lazo, por momentos, entre los dos protagonistas.
El regreso de Sophia Loren emociona, todos iríamos corriendo a ver una película
en la que ella trabaje, mucho más que la protagonice y después de un largo
tiempo ausente de la pantalla grande, pero ya no alcanzan solamente las historias
de madres corajes porque en la profundidad de los hechos está el verdadero
punto de quiebre que hace que cualquier historia nos atrape. Igualmente, siempre
es bueno ver cine italiano y disfrutar de una mega estrella que tiene de diva
lo mismo que de gran intérprete.